El sábado pasado se produjo en el Concejo Deliberante de San Isidro una cita íntima con la cultura. Con la poeta argentina Marina Serrano como maestra de ceremonias un grupo selecto de escritores y músicos se reunió para charlar sobre los vínculos que a lo largo de los tiempos han existido entre la música y las palabras.
Entre los protagonistas convocados, se encontraban la poeta y docente María del Carmen Colombo, el escritor y musicólogo Diego Fischerman, el poeta, editor y ensayista musical Gustavo Álvarez Núñez y la pianista Marina Votti.
Todos en un ambiente distendido conversaron ante una concurrencia que pudo disfrutar de sus ideas, reflexiones y críticas, como también dialogar y hacer las preguntas o dar su opinión sobre aquello que creyeron conveniente.
“Me conformo, al escribir mis textos, con sembrar en el lector, algo con lo que me apasioné y me impulsó a comentarlo con palabras”, dijo Fischerman.
Supo en breves instantes trasladar a los oyentes, desde la cresta de la ola de un mar japonés hasta el retrato del músico francés Claude Debussy.
Luego fue el turno de María del Carmen Colombo, mujer a la que Serrano presentó como una de las poetisas más destacadas de la Argentina y de la que recomendó la lectura de su ya clásico libro La familia china de 1999.
“Recomiendo lecturas que conmuevan, que agiten, que lo desplacen a uno, por momentos, de su presunta comodidad”, aconsejó.
Gustavo Álvarez Núñez, fue el tercero en intervenir y contagiar al público con su pasión por las letras y la música. Su actitud camaleónica y receptiva ante todo tipo de experiencias musicales desde el rock hasta el noise, fue contagiosa.
Por último, Marina Votti, pianista amante de la obra de Litz, fue la única que no vino con un libro bajo el brazo, sino con un sinfín de anécdotas que contar que el público disfrutó conociendo un poco más de su trayectoria vital y sus etapas formativas.
Las palabras no cesaron de inspirar a los asistentes en un encuentro amplio y sonoro.
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