El programa municipal de San Isidro de Huertas Orgánicas sigue creciendo en Puerto Libre. Con la ayuda de un grupo de jóvenes con discapacidad -egresados del curso que el Municipio brinda junto a PRO-Huerta del INTA- los abuelos comenzaron con la colocación de plantines en los canteros.
“Esta experiencia se suma a las anteriores en el Hipódromo, nuestra huerta escuela y a las dos huertas comunitarias que estamos desarrollando en la Parroquia de San Ignacio de Loyola (Boulogne) y en Cristo Obrero (Villa Adelina)”, contó el secretario de Integración Comunitaria, Arturo Flier.
Y resaltó: “Integración, capacitación y oferta laboral son pilares de este programa municipal. Con distintos actores: docentes, jóvenes con y sin discapacidad, adultos mayores y vecinos en general”.
La iniciativa, que se desarrolla en 600 metros cuadrados del predio, tiene como objetivos capacitar a los adultos mayores de Puerto Libre en la elaboración de huertas y ayudarlos en su canasta familiar a través de la cosecha de productos. Y a su vez, que los jóvenes con discapacidad colaboren en la capacitación y realicen también una producción que venderán en el circuito gastronómico del bajo y en el comedor de Puerto Libre.
“Es una propuesta ideal para el predio que tenemos en Puerto Libre, y se agrega a todo lo que venimos haciendo desde el programa de Juventud Prolongada para que nuestros abuelos puedan seguir capacitándose y disfrutando de esta etapa de la vida”, sumó Antonio de Pascua, el director de Tercera Edad del Municipio.
El curso de huertas se suma a las capacitaciones de informática, actividades recreativas de gimnasia, deportes y arte, que se dan en Puerto Libre.
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