“Esto es increíble, me ayudó muchísimo a minimizar mis olvidos. Esta buenísimo venir a este taller aunque a veces no me acuerdo que día es”, bromea Marcelo Moletto quien despierta las risas de todas sus compañeras y deja en evidencia el cálido clima que se vive en el taller de la memoria en la Casa de Cultura de Villa Adelina, ubicada en Av. de Mayo 964.
Más de 15 personas se reúnen todos los miércoles de 16 a 17.30, no sólo para divertirse y compartir un buen momento, sino también para potenciar su adquisición, mantenimiento y recuperación de la información y así conseguir preservar la capacidad de memoria durante más tiempo.
“Hace más de diez que trabajo con memoria, reflexión y manejo del estrés. En este espacio buscamos activar funciones de nuestro cerebro que a veces fallan por falta de actividad. Además, hacemos hincapié en la sociabilización para que todo el grupo se ayude a sí mismo”, contó Liliana Trisciani, encargada del curso.
Y agregó: “Pueden venir a partir de cualquier edad, hemos tenido jóvenes de 18 años y adultos de más de 90. Si bien es importante compartir las experiencias también adaptamos ejercicios para estimular las áreas que cada uno necesite”.
Revisando sus anotaciones, María Elena Cazol comentó: “El taller me parece fantástico. Me ayuda muchísimo y además me queda cerca de casa”.
A su lado, Vilma Nadín subrayó: “Vine hace tres años para ver cómo era y nunca me fui. El grupo es excelente y muy solidario, todos avanzamos juntos y eso es muy reconfortante”.
Mientras se reía con sus compañeras, Beatriz Goffi completó: “Este taller es fabuloso. Lo empecé a realizar en Puerto Libre y me sirvió tanto que decidí duplicar las clases. La profesora es magnífica, igual que este espacio y el grupo”.
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