El Patio de los Naranjos -espacio vital de la casa- será el centro de la gran escena. Rodeado por una sala de tertulias, las mujeres podrán sentarse a bordar y conversar como lo hacían las del siglo XIX. Otra de las salas, con escritorio, sellos de lacre, tintero y plumas, será el lugar desde donde se podrá escribir o reescribir las proclamas del Cabildo de 1810.
También habrá un sector con palenque, caballos, juego de taba y guitarreada, que representará al campo de esa época.
Acompañados por actores, los niños podrán habitar estos espacios y hacer de esta gran escena un museo vivo.
La actividad, destinada a chicos de 5 a 12 años, no se suspende por lluvia. Se recomienda traer un objeto y/o vestuario de época.
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