En la noche del jueves, Enrique Borrelli falleció en su casa de la calle Haedo. "Pelito", mejor conocido por todos, fue un gran persona. De esas que ya no se encuentran y que ya se extraña. Había nacido el 28 de diciembre de 1929. Y era el padre de un gran jugador que fue símbolo de Chacarita Juniors: Enrique Ezequiel.
Pelito era San Isidro, La Calabria, y el Club Atlético Acassuso. A su mujer Hilda, su único amor, la conoció en los bailes populares que se hacían en la sede la calle Alsina. El club su pasión eterna. En la actualidad era el vicepresidente de la institución. Y años atrás había sido presidente de la Sociedad Cosmopolita de San Isidro.
Era un hombre afectuoso y con una abrumadora llegada a los más jóvenes. Era imposible no quererlo. Pelito emprendió el camino al cielo, pero su presencia y anécdotas sobrevivirán en el tiempo. Y como le gustaba despedirse con cierta picardía en cada charla con algún joven: "....la serenata es larga"
Hasta siempre Pelito. Descansa en paz.
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