El programa municipal de San Isidro de Huertas Orgánicas sigue creciendo. Lo que comenzó hace menos de un año como una simple idea entre San Isidro, el Jockey Club y la iniciativa PRO-Huerta del INTA, hoy es una exitosa realidad que ya cuenta con 120 asistentes en tres sedes ubicadas en distintas localidades del distrito y una cuarta a punto de ser inaugurada.
El primer paso se dio en el vivero del Hipódromo local, donde jóvenes con discapacidad intelectual realizaron el curso, que otorga un diploma oficial, en el que hicieron hincapié en la creación y mantenimiento de huertas orgánicas. En la actualidad, la actividad cuenta con más de 60 participantes, entre los que se encuentran también jóvenes que asisten a las casas de prevención de adicciones que el Municipio lleva adelante junto al obispado.
Esta experiencia dio paso a dos nuevas huertas comunitarias, en este caso, orientadas a la inclusión de vecinos en situación socio económica vulnerable. La primera en la Parroquia San Ignacio de Loyola, en Boulogne, donde los alumnos no sólo reciben su diploma oficial sino que colaboran, a través de su producción, con el comedor de la parroquia que alberga a unos 80 niños del barrio.
Bajo esta misma línea, la Parroquia Cristo Obrero también desarrolló su huerta con el objetivo de producir alimentos para el comedor en el que almuerzan unos 40 niños al día y brindar un espacio de práctica para los jóvenes que se capacitan en el Hipódromo.
Integración, capacitación y oferta laboral, son pilares de este programa municipal que llegará este febrero a Puerto Libre, donde se comenzará una nueva huerta orgánica orientada a vecinos de tercera edad que asisten al centro Puerto Libre. Un nuevo espacio, donde los jóvenes con discapacidad egresados del curso colaborarán en la capacitación y realizarán también allí producción que venderán al circuito gastronómico del bajo.
me parece maravilloso
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