Según explicaron desde la Dirección de Ecología y Conservación de la Biodiversidad, el objetivo es generar información de base para la toma de decisiones respecto al cuidado en este ambiente tan rico para la fauna.
“El Parque Natural Municipal Ribera Norte cuenta con una gran naturalidad, un muy buen estado de conservación y funcionamiento adecuado en gran parte de los aspectos que se esperan de un área natural urbana. Sin embargo, por procesos naturales de sucesión, las comunidades de plantas presentes tienden a homogeneizar el paisaje, simplificando la diversidad de hábitats y de riqueza de ambientes hoy existentes”, explicaron desde Grinc Restauración Ambiental, la empresa a cargo del estudio.
Por este motivo, los guardaparques de San Isidro llevan a cabo tareas de despeje de plantas acuáticas de la laguna, ya que “mantener parte del espejo abierto permite atraer mayor diversidad de aves acuáticas, un recurso sumamente importante para las tareas de educación ambiental que se llevan adelante en el área”.
Ya comienza la última etapa que se enfocará en generar recomendaciones para el manejo de la laguna.
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