“Si uno se anima a soñar que no sea algo chiquito, que sea a lo grande”. Con esa frase, tan simple como compleja, se presentó Margarita Barrientos, fundadora del comedor social "Los Piletones", en el Aula Magna del Hospital Central de San Isidro.
El intendente Gustavo Posse participó de la charla -organizada por la ONG Propuesta Mujer- junto a 50 empresarios que colaboraron con donaciones para el comedor de Villa Soldati.
“Margarita Barrientos es un símbolo de todos los argentinos, y es un honor tenerla acá”, manifestó Posse. Y agregó: “Lo ideal sería que, tal como lo resalta Margarita, no existieran los comedores y todos pudieran comer en sus casas en familia. Ojalá que esta obra que ella lleva adelante sirva para poder salir adelante”.
“Agradezco profundamente el gesto de toda esta gente que, sin recibir nada a cambio, se acercó a ayudar a cientos de personas que día a día concurren al Comedor”, expresó Barrientos tras recorrer las instalaciones del lugar e interiorizarse acerca del Sistema de Salud del Municipio.
En “Los Piletones”, inaugurado en 1996, se alimentan diariamente a casi 3 mil personas entre chicos, madres y abuelos. Se les brinda desayuno, almuerzo y cena. “No importa tanto lo que yo cuente sino que la gente viva y conozca las necesidades que hay, que son muchas”, aseguró la sencilla santiagueña de 53 años.
"La fantástica obra del comedor debe ser replicada en toda la Argentina. Con este tipo de encuentros buscamos un despertar solidario, para que todos seamos conscientes de que somos capaces de mejorar a la sociedad y hacerla más justa”, aportó María Rosa Minuzzi, presidenta de Propuesta Mujer.
Al final de la charla, entre aplausos y lágrimas, Barrientos concluyó: “Hay que hacer hincapié en los valores. En el respeto y la solidaridad con muchísima gente que hoy lo necesita. Con eso se puede soñar”.
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