Para evitar los daños de la radiación solar, Andrea Giuliani, médica especialista en dermatología del Hospital Central de San Isidro, indicó las principales recomendaciones:
Cuándo tomar sol
Los horarios de exposición al sol deben ser antes de las 10 y luego de las 16. Es fundamental aplicar protectores solares con espectros diseñados para absorber la luz ultravioleta A y B.
El factor de protección solar (FPS) sirve para la protección contra las quemaduras solares. Se recomienda utilizar FPS 30 o más.
Niños, adolescentes y adultos deben protegerse siendo de mayor riesgo las personas de piel clara, ojos claros y cabello rubio o pelirrojo. Debe evitarse también el uso de dispositivos de bronceado artificial (camas solares).
El sol genera tres tipos de radiaciones
El daño solar producido por los rayos ultraviolieta B (UVB) produce enrojecimiento de la piel y quemadura solar, pero la radiación UVA también está asociada a la producción de cáncer de piel. Por lo tanto, es aconsejable utilizar protectores solares de amplio espectro (UVA/UVB).
Resistencia al agua
Es importante aprovechar la resistencia al agua de algunos de estos productos, sobre todo en niños, nadadores y personas que transpiran.
Estos productos deberán indicar si esta propiedad dura 40 minutos (resistentes al agua) u 80 minutos (muy resistentes al agua). Es necesaria principalmente en niños, debido a que el daño es acumulativo en la piel a lo largo del tiempo.
Actividades al aire libre
Las caminatas, deportes y trabajos al aire libre son saludables y necesarias para tener una buena calidad de vida. Cierta exposición solar (en períodos cortos) es fundamental para la síntesis de vitamina D; los periodos largos o intensos no mejoran la producción de esta vitamina y aumentan los riesgos de cáncer de piel.
Consejos para cuidar la piel
- No exponerse entre las 10 y las 16 para evitar quemaduras solares.
- Evitar el uso de camas solares.
- Aplicar generosamente la protección solar y reaplicar aproximadamente cada dos horas durante la exposición y al salir del agua.
- Utilizar ropas que ofrezcan protección, sombreros de ala ancha y anteojos de sol.
- Buscar la sombra.
- Tener en cuenta el uso de medicaciones por vía oral o local que pueden sensibilizar la piel al sol (ejemplo: adolescentes en tratamiento para acné, algunos antibióticos, anticonceptivos, entre otros).
- Realizar autoexámenes de piel y concurrir al médico en forma habitual para realizar controles cutáneos.
- Si estamos en la calle lo ideal es buscar la sombra.
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