Gustavo Posse es uno de los encargados de ensanchar el tejido de intendentes del Frente Renovador. Y sabe de qué se trata. En los últimos años fue radical, radical K y aliado del macrismo. Hoy trabaja al lado de Sergio Massa, defiende a rajatabla la "construcción en la diversidad" del ex intendente de Tigre y lo halaga sin sonrojarse. "Es un autodidacta, un político con un timing distinto al resto", afirma.
En una entrevista con LA NACION en el bar Tío Curzio, a pocos metros del mar, el intendente de San Isidro se maneja como un exponente fiel de la batalla que hace semanas enfrenta a massistas y sciolistas. Asegura que Daniel Scioli es "matungo para gobernar, pero muy hábil para comunicar" y critica su gestión. Admite también que él mismo quiere ser candidato a gobernador bonaerense. Y se considera "bien calificado" para aspirar al sillón de La Plata.
-¿Cuál es el mayor activo del Frente Renovador?
-Trabajar desde la diversidad.
-¿Qué lo atrajo de Massa?
-Nos conocemos desde hace mucho tiempo, cuando él no estaba en la función pública. Massa es un ejemplo de cómo darle sentido de pertenencia a la gestión. Es un autodidacta. No se formó con nadie. El manualcito lo hizo él. Yo necesitaba saber que íbamos a ir con un frente por fuera. Apareció él y me gustó.
-¿En qué es distinto Massa de Macri?
-Hace política desde los 14 años. Eso es un plus terrible. Tiene un timing muy fuerte. Más allá de Mauricio, respecto del resto de los políticos, Massa va a otra velocidad.
-Desde el sciolismo describen el Frente Renovador como un "rejunte de dirigentes". ¿Cómo le cae esa sentencia?
-La gente pide que seamos oposición constructiva, que vayamos por fuera todos juntos, que nos mantengamos juntos para que no se dé la experiencia posterior a 2009. Ellos (por el sciolismo) no están en condiciones de criticar. Son seguidistas del gobierno nacional. Nosotros somos la alternativa para que la Argentina tenga futuro. Nuestra coherencia está en poder trabajar desde un acuerdo basado en políticas de Estado, que es lo que quiere la gente.
-¿No hay riesgo en juntar por juntar?
-No. Porque hay un acuerdo basado en políticas de Estado.
-Usted es intendente de San Isidro desde 1999. Otros intendentes del frente también llevan más de una década en sus municipios. ¿No se contradice esa permanencia con el mensaje de renovación de la política que pretende dar el massismo?
-No. Porque al no haber autonomía municipal las administraciones se defienden con la impronta del intendente y sus equipos. Si te votan los vecinos y ves que si el municipio queda en manos de cualquiera se puede poner en riesgo un modelo de gobierno y de relación con ellos, no te queda otra que cargar al hombro con la situación. Sí creo que hay que limitar las reelecciones indefinidas de los intendentes y avanzar con las autonomías.
-Usted formó parte de la concertación plural de Kirchner. ¿Qué cosas no repetiría de aquella experiencia?
-Eran otros años? (piensa). El instrumento es buenísimo. En ese momento nos juntamos casi 250 intendentes y seis gobernadores. Hicimos frentes en casi todas las provincias. Pero no pensábamos que iba a ocurrir semejante desencuentro entre la transversalidad y el Kirchner de los días previos a la 125.
-¿Cuáles fueron los errores?
-Ésa fue una construcción desde el poder que no tenía un norte, un plan estratégico que fuera más allá del hoy. Esto (por el Frente Renovador) es algo que se hace desde el llano y vamos a una construcción con la estrategia de trascender el hoy.
-El Frente Renovador critica el nivel de presión impositiva, pero sus intendentes (también los kirchneristas) aumentan las tasas municipales.
-Hay una diferencia clave: el municipio es precio y contraprestación; el Estado nacional es precio y "veremos, veremos"; la provincia de Buenos Aires es precio y la nada, o los cubos color naranja por todos lados. Y se sostiene con endeudamiento, algo que los municipios no pueden hacer.
-¿Scioli va a ser el candidato de Cristina o va a elegir a alguien más para ir a una interna?
-No hacemos ese análisis. Estamos muy concentrados en el equilibrio de haber ganado la elección en la principal provincia del país y en buscar intendentes de todos los colores políticos entre los 140 de las ciudades con más de 50.000 habitantes.
-¿Cómo explica la supervivencia de Scioli? ¿Por qué conserva buena imagen?
-Porque gasta $ 2300 millones de los bonaerenses en prensa y difusión.
-¿Alcanza con poner dinero para sostener la aceptación popular?
-Que sea así habla mal de todos nosotros. Habla mal de la sociedad y de toda la oposición que una gestión tan mala tenga buena imagen. Su ministerio es dedicarse a su imagen para tapar los problemas. Scioli es matungo para gobernar y muy hábil para llevar adelante la comunicación. Y más con semejante cantidad de recursos. Es inexplicable que hasta hace poco tiempo haya sido presidenciable y que no se preste atención a su pésima gestión.
-Sigue siendo presidenciable.
-Todos los argentinos que quieran ser candidatos son presidenciables.
-¿Usted quiere ser candidato a gobernador?
-Falta una vida todavía. La naturaleza de las cosas dirá si voy a ser candidato o no. Si me preguntás si califico para ser gobernador, te digo que sí.
-De 1 al 10, ¿con cuánto califica?
-Bien, bien. Estamos bien. Tengo buen puntaje. Y estoy preparado para hacerlo.
(Fuente: Diario La Nación)
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