El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, recorrió un nuevo reservorio, ubicado en Guayaquil y La Calandria (Villa Adelina), donde funcionaba la ex fábrica Lozadur y que desde hace algunos años es propiedad municipal. Esta laguna seca almacenará 7 millones de litros de agua y su función es prevenir inundaciones.
Posse dimensionó el plan de obras pluviales que lleva adelante el Municipio: “Lo que no llueve en cuatro meses, con el nuevo régimen, llueve en una madrugada. Frente a una emergencia, por ejemplo si se repite el temporal del 2 de abril, el agua irá al reservorio y no afectará las casas de esta zona de Villa Adelina”.
Una vez en el reservorio -que tiene 4,5 metros de profundidad- el agua se va por conductos. “San Isidro tiene 172 kilómetros de entubamiento por debajo de las calles, es parte de una política anticipatoria por el cambio climático. Con el mismo milimitraje que llovió en este distrito en otros lugares hubo tragedias”, comparó el jefe comunal.
El secretario de Obras Públicas, Federico García, comentó que cuando llueve intensamente el agua viene desde la localidad de Vicente López y se concentra en dos esquinas de Villa Adelina, Guayaquil y La Calandria; y Guayaquil y Céspedes.
Sobre el funcionamiento de esta laguna seca, García explicó: “Cuando el agua en las calles supera el nivel del cordón se dirige al reservorio y luego se va por una cañería de pequeño diámetro conectada al Aliviador Pavón (de 9,5 kilómetros) que tiene un tramo que corre lateralmente a este reservorio”.
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