El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, junto con el secretario de Obras Públicas, Federico García, recorrió de punta a punta el nuevo reservorio que se está construyendo en Neyer y Neuquén (Beccar), en el Campo de Deportes Municipal Nº1. La función de esta “laguna seca”, que almacena casi 10 millones de litros de agua, es contrarrestar las fuertes lluvias para evitar inundaciones.
Posse explicó que el reservorio (que tiene una superficie de 4.000 metros cuadrados) retiene y alarga los tiempos de concentración del agua para que pueda drenar hacia los conductos pluviales. “Habrá otros 20 en diferentes puntos del distrito”, aseguró el intendente.
La obra consiste en bajar la superficie de la cancha de fútbol de este campo de deportes en 2,5 metros, para que cuando llueva actúe como reservorio. Sus laterales (o taludes), con una inclinación de 45 grados, serán las tribunas. Y detrás de los arcos habrá muros de sostenimiento de hormigón.
García detalló que el agua se retendrá en la cancha hasta que el conducto de desagüe pluvial existente tenga lugar libre para que ingrese agua.
“Como el desagüe pasa al lado de la cancha, lo único que tuvimos que hacer es perforar y realizar la conexión directa al conducto. Cuando el conducto está sobrepasado por una fuerte lluvia, el agua se acumula en el reservorio. Cuando empieza a bajar la intensidad de la tormenta, y por lo tanto baja el caudal de agua, entonces se evacúa o drena lo que está en el reservorio”, detalló el funcionario.
Cuando el agua se vaya de la cancha, personal de Espacio Público se ocupará de limpiarla.
Tras unos quince días más de excavación comenzará la construcción de los muros y las tribunas. “Estimamos que dentro de tres o cuatro meses la cancha de fútbol podrá ser utilizada nuevamente”, concluyó García.
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