Bajo el lema “¿Qué me queda por hacer?”, se realizó el martes por la mañana una misa en el Colegio Marín, que reunió a más de 2.000 alumnos de sexto año del secundario de 44 colegios pertenecientes a la Diócesis de San Isidro. El intendente, Gustavo Posse, participó de la celebración, que fue presidida por el obispo Oscar Ojea.
Ojea destacó que los jóvenes que van a egresar están en un momento importantísimo de decisión vocacional y de elegir el camino a seguir, y que por eso quería reunirse con ellos. “Salir de la escuela es como dejar una gran madre para empezar a crecer. Así que queremos compartir con ellos la oración en este momento tan especial de sus vidas. Los chicos necesitan ser acompañados y apoyados ya que siempre hay temores cuando se da un salto nuevo”, agregó el Obispo.
“Es un momento muy especial el que viven estos chicos de 17, 18 años que están egresando del colegio. Fue muy lindo lo que les dijo el Obispo, les habló de tomar el camino difícil, de tratar de no ser uno más, de que arriesguen y que se jueguen. Como vecino e intendente, me gusta participar de estas celebraciones. Fue muy emotiva la misa”, afirmó Posse.
“Tengo un hijo de 17 años que también está egresando del colegio, así que el mensaje me llega a mí como padre también, para poder acompañarlo en esta etapa de su vida”, concluyó el intendente.
Rodrigo Martínez, vicepresidente de la junta de educación del obispado de San Isidro, explicó que es la primera vez que se celebra lo que llamaron la Misa del Joven: “En la Diócesis hay una tradición larga de la Misa del Niño para los chicos de la primaria, y este año quisimos comenzar con esta celebración convocando a los chicos del último año de la secundaria para festejar juntos todo el camino que ellos recorrieron a lo largo de estos años en sus colegios”.
Martínez subrayó que es una invitación que les hace el Obispo de encontrarse con ellos, compartir la fe y celebrar que están terminando una etapa. “Es una alegría empezar con esta tradición. El lema apunta a esa pregunta vocacional que los chicos se están haciendo en este momento, que mas allá de la elección de la carrera, es una pregunta muy profunda que tiene que ver con el proyecto de vida”, aseveró.
“Me parece que está muy buena la idea de esta misa, porque es una manera de unir a la comunidad, más en este momento de elecciones y divisiones. Es muy lindo poder celebrar la fe entre tantos colegios”, dijo Mateo Rodríguez Alcobendas, alumno del colegio Marín.
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