Con palas, rastrillos y regaderas como principales herramientas, más de 140 scouts de Martínez plantaron decenas de ceibos el sábado por la tarde en el bajo de San Isidro. El intendente, Gustavo Posse, acompañó a los chicos durante la actividad.
La jornada de forestación comenzó puntual a las 14.30 y se realizó a lo largo de 300 metros por Roque Sáenz Peña, desde Camino de la Ribera Sor Camila Rolón.
“Es un gusto poder colaborar con los chicos y ver que esto es parte de su formación educativa en el cuidado del ambiente”, comentó Posse.
El intendente recordó que el año pasado también participó de una jornada de forestación en Martínez. “Los vecinos nos llaman siempre y nos cuentan que los chicos periódicamente van a cuidar de los árboles y del espacio público en general”, dijo.
La actividad contó con el apoyo de la Subsecretaría de Espacio Público y se realizó en el marco del Convenio de Cooperación Mutua firmado entre el Municipio y Scouts de Argentina.
Minutos antes de comenzar la plantación, Alberto Theler, director de Parques y Paseos del Municipio, les explicó a los chicos que los ceibos son árboles nativos del lugar. “Al ser originario de la zona se desarrolla perfectamente acá, no requiere de muchos cuidados y es un árbol que embellece la zona”.
Sobre la iniciativa, Hernán Asencio, dirigente scout, explicó: “La idea es que los chicos tomen conciencia sobre ecología. No sólo hacen el plantado hoy sino que se comprometen a seguir cuidando de los árboles.”
Asencio graficó: “Una cosa es estudiarlo en el colegio y otra es venir acá, cavar, meter las manos en la tierra, plantar el árbol y seguir cuidándolo en el futuro; se educa haciendo”, puntualizó.
Mientras distribuían las tareas, Franco Gallo, scout de 15 años, comentó que decidió sumarse a la plantación porque “ayuda a crecer la vegetación, da más oxígeno en el aire y ayuda a combatir la contaminación”.
Regadera en mano, Catalina Trunso, de 7 años, dijo que la plantación de los ceibos “hace bien al mundo”. A su lado, con un rastrillo, Manuela Navarro, de 10 años, aseguró que participó de la actividad porque le “gusta ayudar a la comunidad”.
Orgullosos, un grupo de padres miraba y colaboraba con sus hijos. “Siempre los apoyamos y acompañamos. Preservar la naturaleza es una acción que aumenta los valores que nosotros como padres les enseñamos”, afirmó Sergio Hernández, papá de Agustín y Sofía.
La jornada finalizó con actividades recreativas y una merienda en el Centro Municipal de Exposiciones.
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