El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, visitó esta mañana un tramo del Paseo Público Costero, que va de San Isidro Labrador a Pacheco (Martínez), donde el Municipio ya dejó en condiciones el muelle, instaló aparatos aeróbicos, renovó luminarias y realizó importantes trabajos en la defensa costera, para evitar las inundaciones que provocan las sudestadas.
Las tareas las llevan adelante las áreas de Espacio Público y Obras Públicas del Municipio.
San Isidro tiene un Paseo Público Costero de cinco kilómetros y medio que va del espigón o muelle de Pacheco al Parque Anchorena (límite con Vicente López). En ese lapso del distrito no hay torres ni edificios altos, predomina la vegetación y el borde blando, es decir, no hay construcciones duras entre la costa natural y el agua.
Tras la recorrida, Posse enfatizó que en estas tareas se sostiene una política de “borde blando” focalizada en la forestación de juncos. “Se trata de conservar y preservar esta playa natural que es la única que queda en zona norte, de hecho, cuando baja el agua, se ve un fondo de piedra con inscripciones que datan de 1905”, dijo el intendente.
Otra de las mejoras fue la colocación de gaviones, un sistema que consiste en una estructura de roca partida envuelta en una red de acero galvanizado que contiene las piedras de la costa y se rellena con tierra, lo que permite el desarrollo de la vegetación en un lugar que sufre la erosión permanente del agua.
El subsecretario de Espacio Público, Federico Bereziuk, señaló: “Estamos trabajando en un tramo de 200 metros. El Municipio ya finalizó los trabajos de nivelación de suelo de los primeros 100, además de incorporar juegos aeróbicos para que la gente pueda hacer ejercicios. También se restauró el muelle y se renovaron luminarias para que el lugar sea transitable de noche”.
Bereziuk adelantó que los trabajos terminarán en los próximos meses. Y remató: “Celebramos un San Isidro sin torres en la costa pública, todo es vegetación y borde blando”.
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