Las ganas de vivir de Sandra Pawliska se reflejan en cada brazada y en cada largo que nada en la pileta del Campo Municipal N°1 de San Isidro. Tiene 49 años y hace cinco recibió un trasplante de riñón. Antes de la operación no corría “ni a la parada del colectivo”, según confiesa. Hoy entrena para competir en el Mundial de Trasplantados en Sudáfrica 2013.
Sandra vive en San Isidro desde que nació. Tiene dos hijos: Santiago de 26 y Martina de 24; y se le ilumina la cara al nombrar a su nieta, Juana, de tan sólo 10 meses. Actualmente está de licencia, pero es maestra.
Su enfermedad empezó hace 26 años, se llama nefropatía berger, una inflamación de una parte del riñón. Se despertó en el momento del parto de su primer hijo. “Desde ahí, estuve luchándola por 20 años hasta que entré en diálisis. Un año después, me llegó el momento del trasplante. Me fue muy bien, aunque tuve algunas complicaciones propias de las personas trasplantadas”, agrega.
Todavía ríe al recordar la anécdota de cuando la llamaron porque habían recibido un riñón para ella: “Estaba en la peluquería haciéndome el color. No terminaba de caer y le dije a mi doctora que no podía ir hasta que no terminaran de teñirme. Me preguntó si estaba loca y me ordenó que ya mismo fuera para allá. Después de hacer todos los estudios pre quirúrgicos y de compatibilidad, el médico del Hospital Austral donde me trasplantaron, me pidió que me higienizara con pervinox y yo sólo podía pensar en que le estaba manchando toda la toalla con la tintura de horas antes”.
Al poco tiempo de la exitosa intervención, después de un par de cirugías y de algunos tratamientos, empezó a practicar deporte: “Antes no hacía absolutamente nada, no corría ni al colectivo. La última vez que había hecho algo fue en la escuela. A veces pienso que la persona que me donó el riñón tal vez era deportista”.
Sobre su repentino interés por hacer deporte, Sandra subraya: “Surge con la necesidad que muchos trasplantados tenemos de tener un grupo de pertenencia y de sentirnos vivos”. Empezó preguntando y conectándose con gente hasta que llegó al Cenard. “Se los recomiendo a todos los trasplantados que tengan ganas de desprenderse un poco de su enfermedad que a veces nos invade aunque estemos sanos”, enfatiza.
Sandra está entrenando natación y atletismo en el Campo n°1 de San Isidro y en el Cenard, ya que va a competir en esas disciplinas en el Mundial de Sudáfrica que comienza el 27 de julio. Va a nadar 50 metros pecho y espalda y postas; y a correr los 100 metros llanos y los 1500 mts. Algo totalmente impensado unos años atrás.
José Goyanes, director General de Deportes, explica que al enterarse de la historia de Sandra, vecina de San Isidro, tomaron contacto con ella para darle todo su apoyo y ayuda. “Decidimos poner toda la infraestructura del municipio a su servicio para que pueda entrenar. También estamos ayudando a Lucas Ferrini, otro chico trasplantado que va a participar del Mundial, que entrena en el Club Acasusso en forma gratuita”, explica.
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