Carolina Losada, periodista de América, expresó su alegría por el campeonato de Newell´s

Cierro los ojos y pienso en cómo poner en palabras lo que sentimos en este momento. Es algo que no se puede explicar fácilmente, pero que se puede ver en las caras de todos los que compartimos este sentimiento por Newells: no podemos más de felicidad. No queremos disimular la sonrisa que se dibuja sola. Pasamos del llanto que nos provoca esta emoción, a la carcajada sin escalas. Nos abrazamos, sentimos que el que está al lado nuestro festejando es un amigo aunque no lo hayamos visto jamás antes, porque nos hermana un mismo sentimiento.
Es que pasamos por mucho. Y no hace tanto tiempo que mirábamos con nerviosismo los puntos y promedios. Hoy todos miran a NOB con admiración, alaban al Tata Martino y a nuestros jugadores. Nadie se atreve a criticar ni una coma de lo que hizo nuestro gran técnico. Y no es para menos. Se lo ganó, nadie le regaló nada.
No siempre el justo ganador en el fútbol, termina siendo certero en conseguir la meta. Hasta que pasa. Y cuando pasa, son los mismos hinchas rivales quienes te dicen en la calle o en el trabajo: “Lo merecían”. Y eso te llena de satisfacción.
Muchos pueden entender desde lo futbolístico lo que pasa con Newell’s, admiran lo técnico, y lo placentero que es ver jugar al equipo del Tata. Pero hay algo más que no todos lo logran percibir, y es la “Mística Leprosa”. Esa mística es más difícil de explicar que el sentimiento que nos invade hoy. Es algo permanente, y no lo efímero de un torneo. Mística que no es otra cosa que el legado que nos dejo el gran Isaac. La mística es Newells, la única y verdadera mística es la leprosa.
Es algo permanente, y no lo efímero de un torneo. Mística que no existía en los 70 y que comienza a acrecentarse en los últimos 25 años. Desde el campeonato de Yudica, que después fortaleció Bielsa y terminó de consolidar Martino. Es la que hace que nuestros jugadores, aún cuando son exitosos en clubes del exterior, siempre estén pensando en volver.Y en los últimos tiempos eso pasó. Algunas de nuestras glorias volvieron al club, a seguir entregándonos alegrías, a buscar dejarnos más aún de lo que ya hicieron.
Eso mismo sucedió con el Tata, que teniendo propuestas millonarias afuera, dijo que no. Prefirió volver al club de sus amores, cuando lo que vivimos hoy no se vislumbraba ni siquiera como una ilusión lejana. En el peor momento, cuando no había gloria que disfrutar, sino que ponerse a trabajar duro y pensar como salir adelante; sin demasiadas promesas y sin embargo dar todo y más.
Y lo hago extensivo a los jugadores, que dejaron todo en la cancha, por amor a los colores que nos enorgullecen a todos los leprosos. Porque ellos también lo son. Por eso, cuando me preguntan qué siento por esta nueva estrella, por este campeonato que conseguimos, me salen dos palabras: felicidad y agradecimiento. Al Tata Martino y todo el cuerpo técnico; a los jugadores: los que aplaudimos hoy, y los que estuvieron en el proceso de cambio; a las autoridades del club, y a todos los que pusieron su pasión en lograrlo.
Y un párrafo especial para nuestra hinchada: alma fundamental de esta mística leprosa que hoy lo consiguió. La que nunca abandonó ni siquiera en los peores momentos, la que no deja de alentar aún cuando vamos perdiendo. Aquella hinchada apasionada que pintó el país entero de ROJO Y NEGRO.
(*) Carolina Losada es periodista de América Noticias, ESPN y La Red, fanática de Newell´s. (Fuente: rosario3.com)