La austeridad del Jockey Club de estos tiempos; la realidad de una provincia azotada por el agua y los recursos flacos, y hasta la sensación de un Pellegrini del Año y un Caballo del Año cantados, le bajaron unos grados al calor de la entrega de las distinciones máximas del turf.
El clima lo pusieron los propietarios y el equipo de Calidoscopio, cuando en el final subieron a recibir el premio que instituye el presidente de la entidad madre de la hípica, Enrique Olivera. Un remedo a escala reducida de lo que fue la premiación del caballo en el Marathon de la Breeders' Cup, en Santa Anita, cuando el estrado tembló con la vibrante hinchada argentina.
De ese equipo habló Olivera antes de entregar la estatuilla de Pellegrini. De la decisión valiente de los dueños y del trabajo de los profesionales. Antes había agradecido las palabras del intendente Gustavo Posse y al presidente del Instituto de Lotería, Casinos e Hipódromos bonaerense, Jorge Rodríguez.
"Vamos a presentar una propuesta en 60 días", le dijo a este último, hablando de los "nuevos métodos de financiación" que necesita la hípica. Para cuya elaboración espera el aporte de una unión de los sectores que pregonó anteanoche, una vez más, Juan Carlos Bagó. "No el simulcasting en la Argentina; sí la ampliación de la red de agencias", enfatizó Olivera, en ese sentido.
Gustavo Posse dijo que el Hipódromo de San Isidro "sigue siendo el mejor vecino", como volvió a probarse en las inundaciones, hace tres semanas. Luego reconoció al ex gobernador Felipe Solá y a las instituciones porque pelearon juntos "sin las divisiones que se ven hoy en el país y se produjo un acuerdo de Estado". Así evocó la crisis de 2000: "Nos encontramos con que los hipódromos cerraban; no se veía el horizonte. Con el 4,5% de los slots para el fondo de reparación, reaccionó la actividad".
Rodríguez aseguró que "el Estado va a estar cerca siempre" del turf, acaso buscando aliviar la tensión que genera cierta demora en la liquidación de aquel subsidio.
Una tensión que tal vez se advertirá en mayo, en las elecciones del Jockey Club, donde Raúl Nelson no se presentaría para renovar su cargo de presidente de la comisión de carreras, "por agotamiento".
Los nombres esperados se repitieron en la noche: Indy Point, Calidoscopio. También el de Carlos Cardoso, el periodista que murió once días antes de la fiesta de los Pellegrini, que él impulsó en los 80. Distinciones que se volvieron indispensables. Al margen del clima que generen los vaivenes argentinos. (Foto: La Nación)
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