La celebración judía Janucá o Fiesta de las Luminarias se realizó en la noche de ayer en la Plaza del maestro (Av. Santa Fe ak 700, Acassuso). El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, participó de la festividad.
Posse aseguró: “Es una alegría enorme estar acá. Es una fiesta y una celebración de paz. Janucá encierra el milagro por el cual unos pocos pudieron aganar y llevaron adelante postulados de fe. Y ese milagro está cada vez más vigente”.
Organizada por el Beit Jabad de Martínez, que dirige el Rabino Abraham Benchimol, también asistieron el secretario de Integración Comunitaria, Arturo Flier y vecinos.
“San Isidro es diversidad, en este caso de credos. La fiesta de Janucá evoca la convicción de un pueblo, el derecho al luchar por su propia fe e identidad. Nos viene muy bien recordar que aunque sean pocos, la fuerza de la convicción siempre llega a buen puerto”, reflexionó Flier.
Sobre Janucá, el funcionario explicó que es una fiesta tradicional de la comunidad judía que evoca cuando en el año II antes de Cristo, un grupo de judíos conocidos como macabeos lograron vencer al ejército helénico, recuperando así el gran Templo de Jerusalén. Allí encontraron un candelabro de siete brazos al que le pusieron aceite suficiente para arder durante un día. Milagrosamente, duró ocho días encendido.
“Hoy festejamos la luz contra el oscurantismo ideológico, contra la imposición de culturas ajenas a la nuestra; la luz que resplandece y esa pequeña luz es un símbolo muy grande que representa que una luz puede disipar mucha oscuridad. Eso es Janucá”, dijo Benchimol.
El Rabino describió la festividad como un mensaje de vida, de fe, de esperanza, de alegría, de luz y de energía.
“Y festejamos a puertas abiertas para que toda la humanidad conozca este mensaje de vida que nos transmite Janucá”, concluyó Benchimol.
Durante la festividad, el jefe comunal encendió la luminaria denominada shamash, que está al servicio de los demás.
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