Llegando a fin de año, un momento especial para cada uno de nosotros, dialogamos con el concejal de Acción Vecinal SI, Carlos Castellano, que amablemente recibió a Postales de San Isidro en el Honorable Concejo Deliberante de San Isidro.
En su despacho, le preguntamos ¿Qué balance político hace de 2012?
En el orden nacional
fue otro año perdido. Se desaprovechan los importantes ingresos que el país
recibe por las exportaciones – motivados en un contexto comercial favorable
para los productos que exporta el país, que siguen siendo fundamentalmente
agropecuarios-, que debería servir para generar las condiciones de un mejor
desarrollo económico y social. Ello es, por un lado, realizando inversión
pública en materia de energía, transporte, educación y seguridad. Por otro generar
condiciones que promuevan un mejor clima para inversiones productivas y ahorro
genuino del sector privado, principales fuentes de generación de empleos y financiamiento. Es
un gobierno que en lugar de unir a todos para solucionar los problemas del
presente -inseguridad, inflación, bajos salarios, mala educación y salud
publica, entre otros-, y generar mejores
condiciones para el futuro, se la pasa hablando del pasado y peleándose con
todos. Pasado del que muchos de sus actuales funcionarios tienen algunos
niveles importantes de responsabilidad, y peleas que solo le interesan a los
mezquinos intereses del gobierno.
¿Cómo observó el comportamiento de la sociedad y sus reclamos?
Creo que hay
importantes sectores que legítimamente quieren ser escuchados y reclaman que se
discutan y resuelvan los problemas que los afectan todos los días en su vida
cotidiana. Consideran que la crisis económica y social del 2001/2002 ya no
puede ser una excusa para dejar de resolver otros problemas.
Creo que las masivas
protestas de septiembre y noviembre son la expresión popular de quienes no se
sienten escuchados o que perciben que el gobierno no trabaja en solucionarles
los problemas que ellos consideran ahora importantes.
Quieren tener más y
mejor seguridad, educación, salud y transporte público. Quieren que se bajen
los niveles de inflación que les come el salario. Quieren que si se esfuerzan y
trabajan para ganar un ingreso digno, no les cobren un impuesto a las ganancias
arbitrario. Quieren tener libertad para informarse y para ahorrar o viajar si
pueden o tienen ganas. Quieren un empleo digno y no un subsidio o plan social.
Quieren que los delincuentes estén presos, sean o no amigos del gobierno.
Quieren una justicia independiente, pero también eficiente. Quieren que la
plata de la ANSES vuelva en gran medida a los jubilados o sea usada en temas
realmente productivos, no en actividades demagógicas. En síntesis, quieren ver
un gobierno y una dirigencia política que discuta, trabaje y resuelva estos
temas.
¿Qué alternativas cree que puedan surgir de cara al 2013?
Creo que por un lado
estará la de quienes aun creen en el kirchnerismo por convicciones o porque
“compraron” el relato del gobierno impuesto por un gigantesco monopolio de
medios de comunicación oficiales.
Frente a tanto
poder, creo que la oposición debería buscar construir un gran frente electoral
donde la fortaleza sea justamente los aportes positivos que cada espacio
realice a ese proyecto, aunque sean diferentes.
San Isidro es un
buen ejemplo de que es posible que radicales, peronistas, progresistas,
conservadores y liberales trabajen juntos por el bien común: respetando las
identidades de cada sector pero siendo capaces de sumar visiones para lograr
integración social, eficiencia en la gestión, equilibrios económicos
financieros y buenos niveles de institucionalidad.
Si el radicalismo aporta
su capacidad legislativa, experiencia exitosa de gobiernos locales y su amplia estructura partidaria que se extiende
en cientos de municipios y ciudades a lo largo y ancho del País; si el peronismo
no kirchnerista aporta su experiencia de gestión, capacidad de movilización,
fortaleza sindical y vocación de construir poder; si el PRO aporta su visión moderna y renovada
de la gestión política; si el socialismo y los sectores progresistas suman sus
valores y pensamiento de vanguardia, seguramente la sociedad podrá tener una
alternativa distinta y no solo sectores de oposición.
A nivel local, ¿cuál es el balance que hace de la gestión?
Positivo, a pesar de
un año muy difícil para todos los municipios, producto de los altos niveles de
ineficiencia de los gobiernos nacional y provincial en materia de seguridad,
educación, salud y justicia, que termina obligando a los gobiernos locales a
atender problemáticas que no le son propias y para lo cual tampoco les
transfieren las competencias legales y los recursos financieros para
resolverlos. Es decir que les “tiran” el problema pero no las herramientas para
solucionarlos.
El mejor ejemplo es
el problema de la inseguridad. Siendo una responsabilidad de competencia
nacional y provincial, por la cual además nos cobran impuestos, hoy terminan
volcando más esfuerzo y recursos los municipios que ellos, que tienen las
herramientas y la plata para resolverlo.
Esto obliga a los gobiernos locales a tener que invertir en patrullajes
–aun sin poder contar con autorización legal para disponer de policías
municipales-; cámaras de monitoreo preventivo; sostenimiento de instalaciones y
patrulleros de la Policia Provincial, entre otras actividades. Hoy San Isidro
cuenta con más de 110 patrullas y más de 800 cámaras, siendo el que tiene mayor
cantidad por habitantes y km2.
Paralelamente en lugar
de aumentar la coparticipación a los municipios, la Nación y la Provincia la
redujeron, trasladando sus propios déficits y ajustes a las intendencias.
Así hubo que poner
mucha buena gestión para por un lado mantener y mejorar los servicios que
históricamente el municipio ofrece. Y a pesar de este gran esfuerzo en temas
que no deberíamos atender -ya que no cobramos impuestos para ello-, hemos
logrado hacer mucho. Se ampliaron las instalaciones deportivas, ejemplo de ello
son el Campo Nº 6 y Arenaza. Se mejoró la tecnología en salud con el
desarrollo del Centro de Estimulación Temprana y nuevos equipamientos
hospitalarios de altísimo nivel técnico. Articulando con AySA pudimos
avanzar con la red cloacal en las pocas
zonas que hoy quedan sin ese servicio. Se amplió la red pluvial a partir de la
puesta en funcionamiento del colector Paraná que beneficia a importantes
sectores de Martinez y Villa Adelina. Se renovó casi todo el sistema de
semáforos con leds de bajo consumo. Se incorporó nueva tecnología en el área
de Espacio Público, para trabajar en el reciclado y la reducción de basura
urbana. Contamos ya con más de 80km de fibra óptica, fundamentales para el
actual sistema de monitoreo de cámaras de seguridad pero con la intención de
que en pocos años todo el distrito cuente con esta tecnología que permita una
conectividad adecuada para ofrecerle a todos los vecinos sistemas de gobierno
electrónico.
El balance de la gestión local es sin dudas positivo.
En que pensará a la hora del brindis y de cara al próximo año. ¿Qué país
imagina?
La hora del brindis
es fundamentalmente la hora del afecto, el agradecimiento y el deseo de lo
mejor para los seres más queridos.
Espero que el 2013 sea un año de paz, donde los argentinos y fundamentalmente sus gobernantes, entendamos que en democracia las diferencias deben dejar lugar para el consenso. Imagino una Argentina que recupere la educación pública como la principal herramienta de igualdad social, la cultura del trabajo como camino para el progreso individual, la solidaridad como puente para la equidad, la seguridad y la justicia como garantías del progreso colectivo. Pero además de imaginarla…, creo que esa Argentina es posible.
Espero que el 2013 sea un año de paz, donde los argentinos y fundamentalmente sus gobernantes, entendamos que en democracia las diferencias deben dejar lugar para el consenso. Imagino una Argentina que recupere la educación pública como la principal herramienta de igualdad social, la cultura del trabajo como camino para el progreso individual, la solidaridad como puente para la equidad, la seguridad y la justicia como garantías del progreso colectivo. Pero además de imaginarla…, creo que esa Argentina es posible.
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