Mientras que desde el comité nacional y desde la dirigencia bonaerense intentan hacer equilibrio entre los distintos sectores que complican el futuro de la UCR, ya son varios los intendentes que apuestan a sumarse a un "gran frente opositor", que no distinga color político entre los integrantes.
A la iniciativa de Posse de impulsar acuerdos con el macrismo y con el peronismo disidente, ayer Mario Meoni, cercano a Julio Cobos y rival del alfonsinismo bonaerense, también se mostró dispuesto a que la oposición se aglutine en un frente común para las elecciones del año próximo.
"No vería mal que las fuerzas opositoras puedan encontrar mecanismos para presentar una lista única", declaró Meoni al diario Ámbito Financiero.
Las declaraciones del juninense reflejan la división que existe en el radicalismo bonaerense. Pese a impulsar una lista de unidad para suceder al alfonsinista Miguel Bazze, el partido vive un convulsionado escenario interno, a menos de un año de las elecciones en las que deberá renovar una importante cantidad de bancas legislativas.
La idea de Gustavo Posse, quien ya se reunió con Macri y De Narváez, es acordar un espacio común que incluya a todo el arco antikirchnerista, sin límites. Y que sus primeras reuniones hayan sido con macristas y peronistas disidentes es algo que no cayó nada bien en la conducción de la UCR.
Según declaró el intendente de San Isidro, el mecanismo sería elegir los candidatos a través de las primarias, en un mecanismo que evitaría las disputas lógicas de un espacio que, de concretarse, sería demasiado ecléctico.
En caso de llegar a buen puerto, el acuerdo reeditaría de alguna manera la alianza que en 2009, encabezada por De Narváez, Macri y Felipe Solá, derrotó a Néstor Kirchner en los comicios legislativos de aquel año, y que le dio a la oposición un triunfo que no supo capitalizar para los años siguientes.
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