Muestra de talleres extraprogramáticos dedicada al ambiente

En el salón Tattersall del Hipódromo local, el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, presidió en la tarde del jueves 27 último la muestra anual de los talleres extraprogramáticos, que en esta edición estuvo dedicada al cuidado del medio ambiente. Implementados en el distrito desde agosto de 1993 bajo el lema “El Municipio va a la Escuela”, los Talleres Extraprogramáticos son un servicio brindado a través de profesores que el municipio destina a los establecimientos educativos oficiales y organizaciones no gubernamentales para jerarquizar la educación de gestión estatal mediante el dictado de diversas materias complementarias como Inglés, Informática educativa, Música, Folklore, Tango, Plástica, Teatro, Actividad Coral y Lenguajes de comunicación (Musicoterapia, Fonoaudiología, Lenguaje de Señas y Teatro). 
“Estos talleres extraprogramáticos representan al Municipio desde hace muchos años. Tuve la oportunidad de participar de su creación junto a mi padre y a un grupo de inspectoras. Y lo sostuvimos. Se trata de ofrecer inglés, informática y arte en todas las escuelas públicas. Significa que no haya diferencias entre el chico que asiste a la escuela pública y quien asiste a un establecimiento privado. Inglés y computación, sobre todo, son asignaturas que igualan socialmente”, subrayó Posse. También estuvieron presentes en la muestra la directora y subdirectora de Educación municipal, María de los Ángeles Broggi y Martha Allaria, respectivamente; la presidenta del Consejo Escolar, Norma Balmaceda; el secretario de Niñez, Adolescencia y Familia, Gustavo Hirsch y los concejales Carlos Castellano y Jorge Álvarez. 
“Los talleres extraprogramáticos nacieron durante la gestión del intendente de San Isidro, Melchor Posse, para disminuir la diferencia entre la educación privada y pública. Así se programaron distintas actividades de acuerdo con las currículas de los chicos. En sus inicios, los talleres llegaban a una escuela por localidad del Partido. Hoy, son beneficiados 25.00 chicos por año”, explicó Broggi. 
Gracias al buen clima, la muestra también pudo extenderse a los jardines del Hipódromo, donde cientos de niños realizaron actividades artísticas. Cumpliendo con la premisa de cuidar al medio ambiente, cada visitante al ingresar al salón Tattersall, se encontraba con una gran instalación artística, que representaba a un bosque. La obra, que comenzaba en el techo y se extendía hasta el suelo, estaba compuesta por 1.100 módulos de tela –distribuidos en 110 tiras- pintados por los chicos que asistieron a los talleres de arte. 

“La instalación fue construida durante cinco meses, con mucho cariño y felicidad. Cada niño pudo volcar en cada retazo de tela la importancia del árbol para todos nosotros. Luego, con ayuda de los papás, fueron unidos. Cada tira representa a un árbol. La obra busca transmitir la importancia de preservar los bosques”, explicó Marina Salé, docente de artes plásticas. Durante la muestra, en el escenario hubo números de danzas folclóricas, de canto y la puesta en escena de una obra de teatro en inglés. 
“Lo que más me gustó de esta muestra es que refleja un concepto de integración. Y es sobresaliente ver el trabajo tanto del docente como de los alumnos. Me parece maravilloso que todos estén comprometidos en la premisa del cuidado del medio ambiente”, expresó Balmaceda. Distintos stands reflejaron lo aprendido por los chicos. Así pudieron apreciarse, collages, pinturas y dibujos. También hubo un espacio dedicado a la informática, donde fue exhibido un software ecológico y una versión del programa Word para no videntes.