jueves, 21 de junio de 2012

Inauguraron una placa en honor a Camila Rolón

La Asociación Hijos y Amigos de San Isidro inauguró esta mañana una placa en honor a Camila Rolón, la religiosa nacida en San Isidro el 18 de julio de 1842, fundadora de la congregación de las Hermanas Pobres de San José.
La ceremonia tuvo lugar esta mañana en la plazoleta Domingo de Acassuso, ubicada en 9 de Julio y Av. Del Libertador, San Isidro, donde se encuentra una escultura con la imagen de esta religiosa, cuya congregación está dedicada al cuidado de los niños pobres y los enfermos menesterosos.
En representación del intendente de San Isidro, Gustavo Posse, participó del acto el secretario de Desarrollo Social, Mario Alonso. También estuvieron presentes el presidente de la Asociación Hijos y Amigos de San Isidro, Jorge Tirigall; el párroco de la Catedral de San Isidro, Pedro Oyen; la impulsora permanente del justo reconocimiento a Sor Camila Rolón, Dolores Bernasconi de Repetto; y representantes de entidades intermedias, devotos de la religiosa y vecinos.
En sus discursos, Alonso y Bernasconi destacaron el ejemplo de vida de Camila Rolón. “Es una figura para imitar. Toda su vida estuvo dirigida a los demás. Dios ya la eligió desde hace mucho tiempo”, expresó Alonso.
Con ésta, llegan al número de 80 las placas descubiertas; así, la Asociación Hijos y Amigos de San Isidro no detiene su labor de inaugurar placas para destacar a personajes o entidades sanisidrenses que brindaron o brindan una especial contribución a la comunidad.


Su vida
Camila Rolón nació en San Isidro el 18 de julio de 1842, segunda hija de Don Eusebio Rolón y de Doña María Gutiérrez
Vivía en una modesta casa de la actual calle Maipú 263 de San Isidro. Aprendió sus primeras letras en la escuela de Juana Rueda. Ya desde niña jugaba a ser monja.
En 1852 la familia Rolón se mudó a una casa situada en la calle Libertad entre Santa Fe y Charcas en el barrio del Socorro de Buenos Aires, en ese entonces una zona de quintas y terrenos baldíos en las afueras de la ciudad.
A los 22 años, con el permiso de sus padres, ingresó al monasterio de San José de las Carmelitas Descalzas en Buenos Aires pero enfermó gravemente y tuvo que abandonar el lugar 29 días después por indicación médica
En 1877 viajó con su abuela a Exaltación de la Cruz para reponer su salud, allí enseñó durante dos años catecismo a los niños y maduró su proyecto de fundar una congregación de hermanas para dedicarse al cuidado de los niños pobres y los enfermos menesterosos.
En 1880, con la aprobación del arzobispo de Buenos Aires Mons. León Federico Aneiros, creó las Hermanas Pobres de San José, y fundó el primer Asilo San José de Niñas en Mercedes, Provincia de Buenos Aires.
En 1881 tomó los hábitos junto con sus compañeras e instaló allí el noviciado, a partir de ese momento se la conocerá como Sor Camila de San José.
La buena fama del bien que hacía la Congregación de Hermanas Josefinas iba esparciéndose por todo el país, y por esa razón, de varios pueblos y provincias llagaban peticiones a Sor Camila para que aceptara nuevas fundaciones, muchas veces trascendiendo los límites de la patria. En vida fundó 35 casas de su Instituto, incluyendo las de Roma, Génova y Barcelona.
En 1891 viajó por primera vez a Roma a ver al Papa León XIII, quien dos meses después le da carácter pontificio al Instituto, y en el año 1898 su confirmación.
En 1905 fundó en Roma un asilo para jóvenes en peligro, estableció el noviciado romano, tomaron los hábitos las primeras novicias italianas, y vuelve a Buenos Aires.
En 1908 el Papa Pío X aprobó definitivamente el Instituto y un año después trasladó a Roma la casa generalicia.
En 1910 viajó por última vez a Roma y en 1913 fallece de cáncer, un viejo mal, en Roma el 16 de febrero a los 71 años de edad.
Sus restos mortales llegaron a Buenos Aires el 22 de marzo, fueron velados en la Catedral Metropolitana y trasladados definitivamente a Muñiz el 26 de marzo de ese año.

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