El primero fue por la mañana, en el Cementerio de la Recoleta, donde descansan sus restos. Con una "oración laica" y una ofrenda de flores rojas y blancas, más de 200 dirigentes radicales recordaron su figura y su influencia en la UCR y en el país.
"Fue el último gran líder del partido, al punto que hoy es muy difícil sustituirlo", opinó el jefe del bloque de la UCR en Diputados, Ricardo Gil Lavedra. "A la UCR todavía le falta recuperar su mística", se sumó su par y ex titular de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas, Manuel Garrido.
Muchos de los presentes en Recoleta se movilizaron en combis hasta Chascomús, la tierra natal de Alfonsín, donde por la tarde se realizó un homenaje en el que su hijo Ricardo fue el orador central. "La política tiene aún una gran deuda con la sociedad en materia de igualdad y justicia social. Hemos avanzado, pero no todo lo que queríamos avanzar", dijo el diputado Alfonsín.
Además, resaltó que no basta con "erradicar la lacra de la corrupción" porque también es necesario "respetar la República y sus instituciones". "Si tuviera oportunidad de hablar con él, me reprocharía si no indicara que estos homenajes y reconocimientos son en el fondo para el conjunto del pueblo argentino, que supo terminar de manera definitiva con las dictaduras militares", dijo Ricardo Alfonsín, emocionado.
El acto se celebró junto a la estatua de Alfonsín ubicada frente a la laguna de Chascomús, y entre los oradores estuvieron el presidente de la Convención Nacional de la UCR, Hipólito Solari Yrigoyen; el titular de la Auditoría General de la Nación (AGN), Leandro Despouy; los diputados Gil Lavedra y Miguel Bazze; el senador Eugenio "Nito" Artaza; el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, y el titular del partido Encuentro Popular, Rodolfo Rodil. También hubo decenas de conmemoraciones en los comités de todo el país, pero no sólo los radicales homenajearon ayer a Alfonsín.
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