martes, 22 de noviembre de 2011

"Es loquísimo lo que uno puede llegar a hacer por amor"

Gonzalo Valenzuela llegó a la Argentina en 2005, impulsado por el gran éxito de una tira chilena que se vio en la televisión local. Mientras grababa Doble Vida, conoció a Juana Viale y se enamoró profundamente. Pese a las situaciones adversas que tuvo que atravesar la pareja a lo largo de este año, Gonzalo se muestra tranquilo y reflexivo, diciendo que “todos los años son para recordar porque las personas nos construimos gracias a las propias experiencias. Este fue un año de muchas vivencias y, gracias a eso, estamos en proceso de reconstrucción”. Gonzalo asegura que “tengo la obligación de ser fuerte por el amor a mis hijos, mi familia… Deseo seguir construyendo mi familia, que se vuelva cada vez más sólida, aprendiendo de todo lo que nos tocó vivir”.
El galán define al amor como “algo insólito, algo inentendible, que no tiene explicación. Es loquísimo lo que uno hace por amor. Yo soy muy honesto con lo que pienso y sé que también puedo cometer errores. Tal vez para algunos pude haber actuado como un tonto, ser el mejor hombre del mundo o simplemente un romántico. Pero yo actué con Juana desde la sinceridad. Aunque me vi muy humillado por algunos programas de televisión, sé que nunca le hice mal a nadie, y eso me hace ir con la cabeza en alto y para adelante”.
Confiesa que lo que le enamora de Juana es “todo lo que ella es… como mujer, como madre, como persona. Y tenemos la suerte de conocernos muchísimo. Creo en el amor para toda la vida. Creo que en la vida uno tiene un gran amor y para mí es éste. Ojalá pueda mantenerse, pero si no es así, igual va a seguir siendo mi gran amor”. Por otro lado, cuenta que por momentos se enoja con lo que publican los medios, no puede creer que se mienta tanto. Pero hay veces que directamente opta por la resignación. No obstante, con Juana, tratan de no leer y que no les llegue todo lo que se dice de ellos.
Gonzalo asegura que la paternidad lo cambió y que ahora lo asusta todo, le agarró miedo viajar en avión y asegura que cuando no tenía hijos era mucho más loco con la vida, pero “ahora hay una proyección, el futuro toma cuerpo. Lo que puedo llegar a amar a Silvestre es increíble”. Se organiza con los tiempos y trata de estar la mayor cantidad de tiempo posible con él. Además, también disfruta del embarazo “con una felicidad inmensa, difícil de poner en palabras. Una verdadera bendición”. (fuente: www.hola.com.ar)

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