El 95% de las personas que recibe un medicamento en forma gratuita en la vía pública no pregunta su procedencia, sus componentes o de qué se trata el remedio, mientras que el 100% no consulta sobre su acción, dosificación, efectos adversos ni laboratorio fabricante.
Estas fueron las conclusiones de un relevamiento efectuado por la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) que en 8 puntos de la ciudad de Buenos Aires montó un operativo con promotoras y puestos especiales donde a la gente se le daba gratis un medicamento.
Las personas lo recibían y no efectuaban preguntas pero al abrir el paquete se daban cuenta que no era un remedio sino un caramelo.
La simulación puesta en marcha por COFA tuvo el objetivo de demostrar cuáles eran las reacciones de la gente ante una muestra gratis de un remedio y advertir los peligros que implica vender medicamentos en la vía pública, sin el aval de un farmacéutico.
A raíz de los datos de la encuesta, COFA organizará una jornada de concientización sobre el uso racional de los medicamentos que se realizará el miércoles próximo de 9 a 12 , en el Salón Montevideo de la Legislatura porteña con la asistencia de profesionales de la salud y legisladores.
El operativo incluyó la distribución de 43.000 muestras, en una primera etapa: 11.000 en Retiro; 9.000 en el Puerto de Frutos de Tigre; 6.000 en el barrio de Belgrano; 5.000 en el microcentro; 4.000 en el Obelisco; 4.000 en Palermo; 3.000 en Ciudad Universitaria y 1.000 en Costa Salguero.
COFA puntualizó que el 95% de las personas que se llevaron la muestra no consultó de qué se trataba el producto ni sus componentes y del 5% que sí preguntó, el 80% eran adultos mayores de 40 años. Ningún menor de 30 años consultó qué era lo que recibía.
La entidad remarcó que "nadie consultó sobre su acción, la dosificación, los efectos adversos o cuál era el laboratorio fabricante y un 2% se acercó para pedir más. De este grupo, en su gran mayoría se trataba de personas mayores de 65 años".
La simulación montada en la vía pública incluía promotoras y un muñeco que caracterizaba la marca del presunto remedio, "lo cual atrajo a muchas madres que se acercaban a pedir más remedios para sus hijos".
De las personas que consultaron de qué se trataba el evento, al enterarse que era una campaña de concientización a favor de la venta de medicamentos sólo en farmacias, la gran mayoría se manifestó a favor de la propuesta, un número menor no emitió comentario y ninguna persona reaccionó en forma negativa.
Sólo el 1% se mostró indignado por el hecho de que se estuviera distribuyendo un medicamento gratuitamente en la vía pública.
En un solo lugar las autoridades se acercaron, luego de seis horas, para averiguar de qué se trataba el evento.
COFA destacó, además, que 3000 muestras se repartieron en Ciudad Universitaria y "nadie preguntó nada sobre el producto ni tampoco hubo variación en la respuesta teniendo en cuenta el nivel educativo de las personas que recibieron el supuesto remedio".
La entidad que agrupa a la mayoría de las farmacias del país aseguró que de acuerdo a los datos relevados "se puede concluir que el espacio público está descontrolado ya que se puede repartir y vender cualquier cosa".
Además, añadió que "el 100% de la gente confía en un control inexistente, no hay conciencia del riesgo de adquirir medicamentos en cualquier lugar y tampoco sobre los riesgos que implica la toma de un medicamento sin indicación profesional".
Indicó también que "la publicidad y el marketing penetraron profundamente en el inconsciente colectivo desactivando toda prevención en cuanto a la utilización de los medicamentos".
El abuso de medicamentos es la segunda causa de intoxicación atendida en hospitales, después de la ingesta de alcohol y por encima de la cocaína y del paco.
Aseguró además que el mal uso de los antibióticos "está provocando un aumento de la resistencia tal que para algunas infecciones ya casi no existen alternativas terapéuticas".
La COFA manifestó que en el país "se estima que hay más de 100.000 internaciones al año por mal uso de los medicamentos y que el 11% de todos los casos de insuficiencia renal terminal es atribuida al consumo de analgésicos".
La entidad remarcó que "el 40% de los casos de hemorragia digestiva alta son atribuibles a la aspirina y al resto de los antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno o el paracetamol".
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