En una nueva acción conjunta realmente exitosa, efectivos policiales y del Programa Cuidado Comunitario de la Municipalidad de San Isidro liberaron sana y salva ayer por la tarde a una mujer que había sido sorprendida cuando salía de su casa en el barrio Las Lomas y asaltada por tres menores que la llevaban de rehén en su propio automóvil. Los malvivientes fueron detenidos.
Los hechos se desarrollaron pasadas las 17 de ayer, cuando desde el interior de la Comisaría 7ª (Las Lomas), ubicada en Diego Palma al 1500, comenzaron a escucharse gritos de una mujer reclamando auxilio.
De inmediato, el teniente 1º Miguel Ángel García, así como el sargento Alejandro Lagos y el inspector de Tránsito de la comuna Luis Miranda, ambos del móvil 22 del Programa Cuidado Comunitario, que circunstancialmente se encontraban cumpliendo una diligencia en dicha seccional, salieron a la calle y advirtieron a una mujer forcejeando con un hombre en una Chevolet Meriva detenida frente a la dependencia policial.
Cuando se aproximaron al automóvil, tres sujetos descendieron y emprendieron veloz huida a pie. El sargento Lagos persiguió a dos de ellos, a los que alcanzó y redujo en Don Bosco y Billlinghurst, a unos 200 metros de la Comisaría, en tanto a una cuadra de allí, el teniente García detuvo al tercero de los delincuentes.
Estos fueron debidamente identificados, resultando ser dos menores de 14 y otro de 17 años, todos domiciliados en la zona del barrio La Cava, en Beccar.
Víctima del asalto resultó ser la decidida vecina Magalí Cassano, quien fue sorprendida y abordada por los delincuentes, amenazada con armas blancas cuando salía de su domicilio particular, a pocas cuadras de la dependencia policial.
Los menores la oligaron a conducir, mientras la arrebataban dijero, joyas y tarjetas de crédito. La mujer, llevó el vehículo hasta la intersección de Tres de Febrero y Billinghurst, y pese a que los delincuentes le indicaron doblar a la iaquierda, en decidida acción giró hacia la derecha, detuvo el vehículo frente a la dependencia policial, forcejeó con los malvivientes y reclamó auxilio a los gritos, lo que dio lugar a la rápida reacción del personal policial y de Cuidado Comunitario.
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