El vecino cuenta en la misiva que ante un malestar, con mareos y sudoración, llamó solicitando un servicio de urgencia al Hospital Municipal de San Isidro.
“A pesar de que nos habían anticipado telefónicamente que tenían los vehículos disponibles ocupados por lo que podría haber una pequeña demora, en solo 20 minutos llegó una ambulancia con una médica y su ayudante. Con un trato excelente y mucha amabilidad, y en forma rápida, resolvieron mi traslado al Hospital de Boulogne” escribe Sousa Vargues en el inicio de su carta.
Luego comenta que “al llegar fui ubicado en el shock room, un ambiente muy prolijo y con abundante equipamiento, además de una atención sumamente esmerada de por lo menos cuatro personas. Dos enfermeros presurosos me realizaron extracciones, electros, oxígeno, y suero, mientras la médica que me acompañó en la ambulancia disponía de los informes e instrucciones pertinentes. Durante mi estadía pude observar que un enfermero ingresó, ordenó y acomodó todo el equipamiento dentro de la sala, y además revisó todos los cajones, comprobando la existencia de medicamentos, pues al parecer anotaba los faltantes”, expresa el vecino de Boulogne.
“He considerado necesario –cuenta el vecino en su carta- detallar minuciosamente todos estos actos, pues sinceramente, mi sorpresa y asombro me confundía y me daba la sensación de estar atendido en una clínica de excelencia o en un hospital extranjero. Lamento, que debido a mi estado de salud, no tuve oportunidad de retener los nombres de las personas que me atendieron, creo que merecen ser identificadas, merecen una mención para alentarlas en la continuidad, de sus arduas tareas”, concluye Juan Alberto Sousa Vargues.
No hay comentarios:
Publicar un comentario